La Naturaleza es un
gigantesco ser vivo por donde nuestra vida transcurre. Antes de tu existencia,
y de la mía, ella ya estaba y, en principio, ella seguirá tras nuestra
desaparición. Por este, y por otros muchos motivos, es inteligente observarla y
aprender de su sabiduría natural.
Infinidad de flores
decoran y dan una exquisita belleza a nuestro mundo. Cuando queremos expresar a
otra persona lo que sentimos o pensamos, generalmente recurrimos a ellas, por
su profundo significado: “Díselo con
flores”.
Una de las flores
consideradas como de las más bellas del mundo es la flor de loto. Recibe otros
nombres como nenúfar, loto indio o rosa del Nilo. La flor de loto es una planta
acuática. Aparece con todo su esplendor y colorido en la superficie del agua.
Lo más interesante es que hunde sus largas raíces en el lodo, en la suciedad.
Aun cuando sus raíces se asientan en aguas fangosas, ella brota y florece,
llena de belleza, buscando la luz. Por eso tiene un profundo símbolo relacionado
de elevación espiritual.
La lección de la flor
de loto nos invita a ser personas capaces de ver y de extraer lo positivo de
cada situación difícil. La sabiduría popular nos recuerda que "no hay mal que por bien no venga".
En ese mal que se presenta, en ocasiones como totalidad, siempre se esconde
algo de bondad. La flor de loto es una excelente invitación a extraer ese bien
inherente, y oculto muchas veces, en cada situación difícil o compleja que nos
toca vivir. Si somos capaces de sacar a la luz esa bondad escondida entre la
aparente maldad, entonces es cuando llegará a nuestras vidas la inmensa belleza
y la prodigiosa superación a la que nos invita la flor de loto.
Tú puedes, tú eres
capaz, tú tienes internamente la fuerza suficiente como para que, de una
situación “lodosa”, puedas llenar tu mundo interior de una belleza
extraordinaria y admirable. Entonces, tu realidad espiritual, tu dimensión
espiritual, florecerá con toda su brillantez y colorido. La Resurrección está
precedida de La Pasión. La Naturaleza, ¡gran maestra!
Lorenzo
Sánchez. Colegio Montpellier
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