Los apóstoles, después de que Jesús resucitara, sintieron
una fuerza y seguridad interiores tan poderosas que les permitió establecer con
claridad sus prioridades: y, entre ellas, la principal: el amor a Jesús, a
Dios, y su obediencia a Él, antes que a los hombres.
Igual que a ellos les proporcionaste esa confianza
indestructible en Ti, nosotros te pedimos que nos concedas la inteligencia de saber
elegir lo que es bueno: conocerte mejor y amarte mejor, para que podamos actuar
en nuestra vida con confianza en tu amor, más felices y más abiertos a los
demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.