Dedicamos la oración
de hoy a María y reflexionamos sobre uno de los valores que se pone de
manifiesto en su personalidad: la sencillez.
María muestra su
sencillez desde el comienzo de su vida. A pesar de ser una importante
protagonista en la historia de la Salvación, aparece casi en segundo plano
porque los signos de grandeza o importancia no son propios de ella.
Toda la vida de María
está repleta de una profunda sencillez. Su vocación de Madre del Redentor se
realiza siempre con naturalidad. En ningún momento busca privilegios
especiales: María Santísima, Madre de Dios, pasa inadvertida, como una más
entre las mujeres de su pueblo.
La sencillez y
naturalidad hacen de la Virgen una mujer atrayente y acogedora.
Su Hijo, Jesús, también
se muestra como un modelo perfecto de sencillez, tanto en los treinta años de vida oculta como
en los de vida pública. Huye del espectáculo y de la vanagloria, de los gestos
falsos y teatrales; se hace asequible a todos: a los enfermos y a los
desamparados, a los Apóstoles y a los niños.
Dado que hoy no
podemos continuar llevando a cabo la vida que llamábamos “normal”, quizá este
pueda ser un buen momento para reflexionar sobre este valor, la sencillez ¿Qué
valoraba antes y qué valoro ahora?, ¿qué planes futuros tenía antes y qué me
preocupa ahora? Seguramente la mayoría lleguemos a la misma conclusión: las
llamadas “pequeñas cosas” dan sentido a nuestra vida. Puede que esta
circunstancia nos lleve a cuestionar y, en algún caso, modificar nuestro
planteamiento de vida.
Oración
María, he aprendido a valorarte, quererte y llamarte “Madre”.
Quiero decirte que aquí estoy, con lo que tengo y lo que soy.
Ayúdame a recorrer el camino de mi vida con sencillez, así como a volver mis ojos hacia los que me necesitan.
Tú, que nos acercas a tu
Hijo Jesús, ayúdanos a mantener nuestra fe y danos fortaleza para continuar
cumpliendo con lo que Él nos enseñó.
María, he aprendido a valorarte, quererte y llamarte “Madre”.
Quiero decirte que aquí estoy, con lo que tengo y lo que soy.
Ayúdame a recorrer el camino de mi vida con sencillez, así como a volver mis ojos hacia los que me necesitan.
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