lunes, 29 de junio de 2020

Amansar las fieras salvajes




Los valores sobre los que fundamentamos nuestras vidas son los que determinan, en gran medida, su trayectoria. Elegir bien pone a nuestra disposición excelentes mapas de ruta que dirigen a buenos puertos.

Uno de los valores más importantes es la mansedumbre.  El manso, etimológicamente, está acostumbrado a la mano. Nos sugiere tranquilidad, calma y serenidad. El manso no se deja secuestrar por la ira ni arrebatar por la cólera. No da cobijo a la agresividad. Su docilidad nos habla de un espíritu pacífico, de suavidad en el carácter y en el trato.

Actuar con mansedumbre implica humildad y un fuerte autocontrol. Supone una apuesta por la resolución de cualquier conflicto sin recurrir a la violencia. Solamente se llega a esta convicción y vivencia desde una gran fuerza interior y autodominio. Cuando el potro salvaje del “ego” se desboca, la humildad es una de las bridas más adecuadas para su doma (“amansar las fieras salvajes”). Solo los grandes místicos, con sus dificultades, son capaces de conseguir que su ego esté acostumbrado a la mano, a que coma de su mano.

La mansedumbre tiene que ver con el desarrollo del autodominio, con la moderación, con la templanza. No da paso al re-sentimiento, no deja que se vuelva a sentir el enfado, el pesar, el enojo. Requiere equilibrio.

 Espiritualmente es considerado como uno de los doce dones del Espíritu Santo. Pertenece al testamento bien-aventurado de Jesús: “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad” (Mt 5, 5) y nos lo propone como lección para el aprendizaje: “Aprended de mí que soy manso y humilde corazón” (Mt 11,29).

Lorenzo Sánchez. Colegio Montpellier

domingo, 28 de junio de 2020

Tiempo de alianzas



Hagamos un pacto:
Tú tenme paciencia,
que yo tendré valor,
y entonaremos un canto
como nunca se ha oído.

Tú pones la fortaleza,
yo la debilidad.
Y envueltos en tu abrazo,
nos lanzaremos
a buscar la justicia.

Tú pones el horizonte,
yo la pasión.
Y hombro con hombro,
hacia ese destino
orientaremos la vida.

Hagamos un pacto:
Tú pones la Verdad,
yo la inquietud.
Tu verdad
y mi inquietud
se enlazarán
en la búsqueda más eterna.

Tú pones la Palabra,
y yo el balbuceo.
Y entre escuchas,
eco y silencios
daremos voz al misterio.

Tú pones la ternura,
yo, cinco panes
y dos peces.
Se saciará el hambre de tantos,
y aún sobrarán doce cestos.

Tú pones la misericordia,
yo algunos aciertos,
y bastantes tropiezos.
Y en la escuela del perdón
brotará la sabiduría.

Hagamos un pacto:
tú quédate a mi lado,
y yo bailaré contigo.

José María R. Olaizola

sábado, 27 de junio de 2020

Reflexión para el domingo. Aquí cabemos todos


# AQUÍ CABEMOS TODOS
Ser cristiano no es fácil. Ya nos lo advirtió Jesús. Los tiempos cambian y nuestros procesos interiores van a paso de tortuga. Ya no digamos los exteriores. Sentimos como amenazas todo tipo de diversidad: religiosa, ideológica, racial, de género, familiar, física, lingüística, sexual, cultural… No sé en qué momento se cerraron nuestros corazones y dejamos de acoger la que debería ser nuestra esencia creyente más auténtica: el saber que todos somos amados por igual, respetados, acogidos, escuchados, valorados, responsabilizados, perdonados, habitados.  La mujer que atendió al profeta Eliseo no le preguntó ni cómo ni qué condición ni su procedencia. No puso barreras para su acogida y Eliseo la recompensó en nombre del Único con una sola cuestión: “¿Qué podemos hacer por ella?”. Esa debería ser nuestra pregunta al encontrarnos con los demás. Sin paternalismos, sin vanaglorias, sin miedos, sin condiciones. Aprendamos de los que, desde la necesidad de pan, de cariño, de comprensión, de espacio vital, nos enseñan que la persona y el amor están por encima de diferencias. Que lo diferente es lo cotidiano y nunca deja de sorprender porque se abre a la novedad de su propia identidad.
Nuestra fe, nuestra iglesia o es inclusiva o no es. O acogemos en responsabilidad y acompañamos procesos desde la fraternidad, o perdemos nuestra raíz más evangélica. Jesús solo pedía un corazón dispuesto, acogedor, comprometido, amante, entregado. Miró a los ojos de cuantos se le acercaban y le pedía su fidelidad. Y esta seguridad en sí mismo, en su mensaje, en su Padre, le valió el respeto de todos cuantos se acercaban a Él. Vino para liberar, no esclavizar. Para amar, no para odiar. Para salvar, no para condenar.
¿Acaso al diferente lo prejuzgo? Todos somos hijos del mismo Dios y, si nuestro mensaje es de bienaventuranza, no practiquemos otra cosa. Que todos sepan por nuestro ser y hacer, que aquí cabemos todos, que la mesa es una espacio de comensalidad y de encuentro. Que hay para todos, si aprendemos a compartir. Y no solo de pan vive el hombre.
LG LSF

jueves, 25 de junio de 2020

Damos una vuelta más


Nunca digas: no sé, no valgo, no puedo,
no tengo fuerzas, no entiendo.
Todos valemos, sabemos y podemos.
Sé valiente y humilde
para descubrir y reconocer tu don;
acéptalo y acéptate a ti mismo con él.
Si Dios te dio corazón, 
que tu boca no falte en la hora de la fraternidad.
Si te dio alegría,
que no falte en la fiesta de los necesitados.
Si Dios te hizo reflexivo, que tu reflexión no falte
a la hora de medir los pasos para conseguir un mañana mejor.
Si Dios te hizo entendido,
 aporta tu entendimiento para que el grupo crezca.
Si Dios te hizo capaz de crear unidad,
pon esa habilidad al servicio de la unidad que nos libera.
¡Anímate!
Juntos hacemos Comunidad Educativa

miércoles, 24 de junio de 2020

La Palabra de Dios



Desde pequeñitos hemos oído que debemos cumplir tu voluntad, Señor, y te hemos pedido que se cumpla. Y es cierto que debemos hacerlo, pero no por sumisión ciega o de manera inconsciente, sino por una razón muy sencilla. Tan sencilla que todo se vuelve evidente cuando pensamos, precisamente, en eso. ¿Cuál es tu voluntad? Tu voluntad es que los hombres seamos felices. Para eso nos has creado, para eso nos has dado la vida y, viviéndola bien y santamente, te damos la gloria que mereces.

Danos fuerza y confianza para permitir que la fuerza de tu Palabra nos cale, nos inunde y nos transforme. Y así, alcanzar la felicidad.

martes, 23 de junio de 2020

¡FELIZ VERANO!, PINTA DE COLORES CADA DÍA



Todos hemos trabajado y sembrado para que, con esfuerzo, recogiésemos buenos resultados. Hemos confiado en que Dios nos acompaña y hemos visto como cada día se hacía realidad en tantos gestos, miradas, silencios, palabras de ánimo, acompañamientos, risas… Has estado con nosotros, aunque a veces no te hayamos reconocido. Gracias, porque a pesar de nuestras debilidades, cansancios, desánimos, ingratitudes… Tú, nuestro buen Dios, seguirás estando siempre a nuestro lado, acompañando nuestra historia. Gracias por el descanso que ahora vamos a disfrutar.

Que este verano sepamos deleitarnos de todo lo que Dios nos regala cada día: la naturaleza, las relaciones interpersonales, la lectura, el juego, los paseos, el arte, la cultura… disfruta de los momentos y lugares bellos,  da color a la vida con la riqueza que tienes dentro. Pon un arco iris en tu vida: ama, sonríe, salta, baila, lucha, sé, comparte… Necesitamos sentirnos inundados de Él, para poder llevar vida y color a los demás; pon la tonalidad adecuada en el corazón de cada persona, puedes remojarte en colores vivos, dar un toque de alegría en algún ambiente gris y  llenar de colores cálidos, entonando los corazones más fríos… En definitiva, llénate de AMOR, pon tu CORAZÓN en MODO VIDA, y que, donde vayas, “pintes algo de color cada día”.

Santiago Benavides Ft.Papel Maché - Modo Vida  https://youtu.be/dHCudEBE3To

lunes, 22 de junio de 2020

La mirada es una elección

Ahora que estamos viviendo en “tiempos de mascarilla”, se nos presenta un reto interesante: ¿Perderá calidad, irremediablemente, nuestra comunicación?

La mascarilla tapa, limita la comunicación gestual a través de la cara. Pero la potencialidad comunicativa del ser humano es extraordinaria: por eso cobra una especial relevancia la mirada. Escribe el poeta alemán Friedrich Hebbel, “Los ojos son el punto donde se mezclan alma y cuerpo”.

Observando la mirada se puede deducir el estado de ánimo de una persona. A través de ella, podemos adentrarnos en su intimidad y sin mediar palabra. La mirada puede expresar seducción, desconfianza, temor. Hay miradas vacías, inexpresivas, perdidas, ingenuas, esquivas, tristes, retadoras, amorosas. De entre ellas cabe destacar la mirada profunda, esa que caracteriza a las personas con una rica vida interior. Es una mirada transparente, comprensiva y compasiva, suave y sincera. Se trata de esa mirada que va más allá de lo que ve. Paulo Coelho escribe: “Nadie logra mentir, nadie logra ocultar nada cuando mira directo a los ojos”.

La sabiduría popular también nos advierte del contenido maléfico de algunas de las miradas, “hay miradas que matan” que manifiestan odio, rabia y recelos. También añadimos la otra cara de la moneda: “hay miradas que sanan”.

La mirada es una elección. Eliges donde posar y re-posar tu mirada. Si acudimos a la historia de las llamadas y encuentros vitales profundos y transformadores, siempre aparece un juego de miradas. “Me sedujiste, Señor y me dejé seducir.” (Jr. 20,7). Exquisita la narración de Marcos cuando narra el tipo de mirada acogedora que Jesús le dedica al joven rico: “Jesús lo miró con cariño” (Mc 10. 21). El arte también se ha hecho eco de la potencia de la mirada divina. El médico Brian Weiss escribe: “Cuando mires a los ojos a otra persona, a quien sea, y veas tu propia alma reflejada, te darás cuenta de que has alcanzado otro nivel de conciencia”.

Cuando nuestra mirada y la mirada de Dios se encuentran, todo es nuevo, distinto y surge una auténtica re-creación, un nuevo sentido de la vida. Ilustrativo el proverbio árabe cuando afirma que “quien no comprende una mirada, tampoco comprenderá una larga explicación”.

 Lorenzo Sánchez. Colegio Montpellier, Madrid


domingo, 21 de junio de 2020

Sois semillas del Reino


Sois semillas del Reino plantadas en la historia.
Sois buenas y tiernas, llenas de vida.
Os tengo en mi mano, os acuno y quiero,
y por eso os lanzo al mundo:
¡Perdeos!
No tengáis miedo a tormentas ni sequías,
a pisadas ni espinos.
Bebed de los pobres, dejaos tocar el alma por ellos
y empapaos de mi rocío, de mi presencia.
Fecundaos, reventad,
no os quedéis enterradas.
Floreced y dad fruto… contribuid
a hacer de este mundo un vergel.
Dejaos mecer por el viento de mi Espíritu.
Que todo viajero que ande por sendas y caminos,
buscando o perdido, caído o herido,
al veros, sienta un vuelco al encontrar en vosotros
calor humano, fraterno, y pueda sentirse amado,
rescatado, levantado, sanado… SALVADO.
¡Sois semillas de mi Reino!
«Antes de formaros en el vientre de vuestra madre,
Yo os escogí.
Antes de que salierais del seno materno,
os consagré.
Como luz del mundo os constituí.
No tengáis miedo,
que Yo estoy con vosotros» (Cfr. Jr 1,5.8)


sábado, 20 de junio de 2020

# HOY, EL COMIENZO DEL MAÑANA QUE ANHELAMOS


# HOY, EL COMIENZO DEL MAÑANA QUE ANHELAMOS
Jeremías bien lo sabía: el cuchicheo nunca lleva esperanzas, atrae las malas lenguas y abate ánimos, encubre violencias y empequeñece a las personas, puesto que no da oportunidad de defensa alguna. Así lo sufrió en su piel cuando se enfrentaba con inquebrantable entereza a las acusaciones que padeció de los principales de Israel.  No soportaba la violencia y la corrupción social que se vivía en su época rompiendo la alianza con Dios, proclamando la liberación de los esclavos como muestra de deseos de volver a reconducir la justicia.
Tiempos complejos que nos sitúan en paralelo a nuestros días. No debería haber días contra el racismo, o días contra la violencia machista, o días contra el maltrato y tantos y tantos días o incluso día de la paz. Porque todo ello nos habla de un ataque frontal hacia la dignidad humana y social en muchos frentes. Algo que responde a Derechos Humanos. Hay esclavitudes que siguen a día de hoy encarcelando a personas por su color o su ideología. A nadie se nos puede escapar que la vida puede dar un giro insospechado y convertirnos en los próximos refugiados. Cuando las amenazas nos inquietan, podemos sufrir, pero nunca deberíamos matar la esperanza y mucho menos, transformarnos en verdugos.
Vivir desde el Evangelio de Jesús es una llamada a vivir con la confianza puesta en un Dios que no margina, que no abandona, que no se amilana ante las dificultades, que provoca con sus gestos de encuentro, de acogida, de alegría, de perdón, de bondad. Bondad por bondad misma. Si no actuamos desde esta perspectiva y desde esta confianza, nadie nos creerá. Seamos hijos del valor que regala saberse habitado, igual al otro en derecho y dignidad, firme ante las injusticias, ajeno a murmuraciones que poco construyen y machacan intentos. La sociedad, nuestro corazón, necesita personas entregadas a buscar soluciones y no dividir empeños. Pongamos la vida en lo que realmente merece nuestro esfuerzo. Todos necesitamos poner de nuestra parte… y hoy ya es el comienzo del mañana que anhelamos. 
                                  -L.G. La Salle-Franciscanas.

jueves, 18 de junio de 2020

Oración para el viernes



En el día en que celebramos el Sagrado Corazón de Jesús, nos disponemos a realizar una oración-reflexión partiendo de nuestro lema del curso:

Todos pintamos algo, ¡ponle corazón!

Nos acercamos a ti, Jesús, a ofrecerte nuestro corazón renovado.
Corazón abierto.
Corazón alegre.
Corazón dispuesto.
Corazón humilde.
Corazón compartido.
Corazón libre, que admite diversidad de color en su interior.

Nos acercamos a ti, Jesús Resucitado, aclamando nuestro espíritu de servicio.
Escuchando.
Acompañando.
Respetando.
Iluminando.
Guiando.
Ofreciendo todo lo bueno que ha nacido en nuestro corazón.

Nos acercamos a ti, Señor, como miembros de una gran familia.
Que con Francisco como pincel de Dios:
Intentamos dar lo mejor de nosotros mismos y de nosotras mismas.
Admiramos y cuidamos todo lo creado.
Nos acercamos a los que nos necesitan.
Promovemos gestos de paz.
Vivimos lo sencillo que Tú has creado.
Porque hemos aprendido que
Todos pintamos algo y ponemos corazón.

Con solo tres deseos:

Queremos despedir este curso.
Queremos desearos feliz verano.
Queremos deciros gracias.

Escucha y se oirán los deseos: https://www.youtube.com/watch?v=SpdlW9BMB0E

miércoles, 17 de junio de 2020

Padre Nuestro




Eres nuestro Padre, y nos cuidas desde la Eternidad, porque eres Santo.

Por eso queremos que nos ayudes a conseguir lo que Tú quieres para nosotros y también queremos que se cumpla lo que Tú quieres, que es bueno para nosotros.

Danos lo necesario para vivir, trátanos como tratemos nosotros a los que nos quieran, y así aprenderemos a querer a los demás.

Perdona nuestros errores, ayúdanos a ser mejores y aleja de nosotros el mal.

martes, 16 de junio de 2020

SEÑOR, TU LUZ HACE REFLEJAR LA BELLEZA DEL MUNDO


 «Jesús nos invita a ser un reflejo de su Luz, a través de las buenas obras»
La misión de los cristianos en la sociedad es aquella de dar luminosidad a la vida con el amor que Cristo nos dona y, al mismo tiempo, mantener lejos los gérmenes contaminantes del egoísmo,  envidia,  maledicencia… Estos gérmenes arruinan el tejido de nuestras comunidades, que deben en cambio resplandecer como lugares de acogida, de solidaridad y de reconciliación. Cada uno de nosotros está llamado a ser luz en el propio ambiente de la vida cotidiana, perseverando en la tarea de regenerar la realidad humana en el espíritu del Evangelio y en la perspectiva de Reino de Dios. Que nuestra Madre nos ayude a dejarnos siempre iluminar por el Señor, para transformarnos también en “luz del mundo”.  Palabras del Pontífice.

ORACIÓN

Señor Jesús,
Cada mañana nos regalas Tu luz, y nos dices:
“Mirad y ved”, un lejano resplandor de mi presencia.
Estoy con vosotros, alegraos.

Señor, Tu luz me alegra el corazón
Y hace brotar en mí la acción de gracias.
Me doy cuenta de que yo debo ser un reflejo de esa Luz tuya
Haciendo visible cada mañana, el milagro de tu presencia.

Enciende cada día la pequeña lámpara de mi vida,
Hazme ser en el corazón de la noche de tantos hermanos que se encuentran perdidos,
Un signo luminoso de esperanza.
Que sea yo a la luz de Tu presencia:
Sensible y misericordioso, paciente y humilde, sincero y veraz.

Amén.

lunes, 15 de junio de 2020

Dame un punto de apoyo

Cuenta la leyenda que el gran Arquímedes de Siracusa, el más ilustre científico del mundo antiguo, entusiasmado por su descubrimiento de la ley de la palanca, exclamó: "Dadme un punto de apoyo y moveré al mundo".

Podemos aplicar este principio a cada una de nuestras vidas. ¿Cuál es el punto de apoyo sobre el que se mueve tu vida? La palanca permite mover grandes pesos con un esfuerzo mínimo. Dependiendo de nuestro punto de apoyo, y su situación, podremos mover grandes “pesos”, o pesares, con relativa facilidad.

La diferencia estriba en que el punto de apoyo vital de los seres humanos no se sitúa en el afuera, si no en el adentro. Desde ahí bascula todo nuestro mundo y su giro. Una situación puede llevar a alguna persona a la derrota más estrepitosa, mientras que otra la sobrelleva incluso con elegancia. Recuerda que hay quienes se ahogan en un vaso de agua y otros surfean en la bravura de las olas.

La capacidad para buscar el punto, o puntos, de apoyo nos viene dada de serie, lo que no nos viene dado es el lugar donde colocarlo y su resistencia y calidad. No todos los puntos de apoyo son iguales, algunos claudican. La gran tarea de cada ser humano es la elección de los valores sobre los que asentar su existencia. Hay valores llamados universales y que el ser humano, como especie, ha ido descubriendo en el transcurrir de su paso por el mundo a lo largo de su historia. Su vivencia, hacerlos vida, nos hace más profundamente humanos. La tríada platónica resume los grandes valores de la humanidad: Verdad, bondad y belleza. El ser humano ha considerado como buenos la unidad, el respeto, la honestidad, la compasión, el amor, el perdón, la paz, la gratitud, la solidaridad, la humildad, la justicia…

Jesús de Nazaret compartió, como buen maestro, uno de sus grandes secretos: “Aprended de mí que soy manso y humilde corazón” (Mt 11,29). Ahí quedan dos fundamentales: Mansedumbre y humildad.

¿Cómo están tus puntos de apoyo? ¿Qué tal movilizas tu mundo? ¿Quién te mueve? ¿Colaboras en “la movida” del mundo? Recuerda que son necesarias revisiones constantes de cada proyecto de vida. Se pasa la revisión con éxito, y se goza de buena salud, cuando los valores personales están en sintonía, alineados, con los valores de la Humanidad.

Lorenzo Sánchez. Colegio Montpellier

domingo, 14 de junio de 2020

Misión es...



“A quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.” Mt 5, 41-42

Misión es…

Misión es partir,
caminar, dejar todo,
salir de sí, quebrar la corteza del egoísmo
que nos encierra en nuestro yo.

Es parar de dar vueltas
alrededor de nosotros mismos
como si fuésemos el centro
del mundo y de la vida.

Es no dejar bloquearse
en los problemas del mundo pequeño
al que pertenecemos:
La humanidad es más grande.

Misión es siempre partir,
más no devorar kilómetros.
Es sobre todo abrirse a los otros,
como hermanos, descubrirlos
y encontrarlos.

Y, si para descubrirlos y amarlos
es preciso atravesar los mares
y volar por los cielos,
entonces misión es partir
hasta los confines del mundo.

Monseñor "Dom" Helder Câmara

viernes, 12 de junio de 2020

«No dejes que mi ánimo decaiga» Oración para el sábado



¡Anímate! ¡No desmayes! ¡Confía! Dios nunca te abandonará, su estilo va más allá de nuestra imaginación, pues Él es el Dios de las sorpresas, El que sorprende de las formas más extrañas y con las respuestas menos esperadas.

Asume desde este momento los nuevos retos que se te presentan, cree en Dios, en su amor, en su ilimitado poder, cree en ti y en todo lo que Él ha puesto en tu corazón. No escuches las voces que intentarán desanimarte y detenerte. Debes recordar que tú eres el resultado del amor de Dios perfeccionándose cada día en tu vida.

El secreto del triunfo y la felicidad

Nunca debemos dejar de confiar en Dios, porque Dios es quien tiene la última palabra en cada situación. Camina seguro y con la esperanza firme en Jesús y en sus promesas, porque caminar con Él es el secreto del triunfo y la felicidad. No hay otro camino.
Hoy quiero decírtelo con todas las fuerzas de mi ser: Dios te ama, eres importante para Él y quiere darte lo mejor. ¡Él hará cosas maravillosas en ti!, ¿Sabes por qué? Porque ¡Dios nunca se ha olvidado de ti y jamás lo hará!, aunque sientas que en muchas situaciones de tu vida Él permanezca callado o distante.
En esos momentos en que creas estar abandonado y sin fe, en que nada parece salirte bien por mucho que lo intentes, repite con todas tus fuerzas: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Decir eso, seguro no te va a quitar todos tus problemas, pero sí te dará un poco de paz y serenidad para poder enfrentar el problema y encontrarle una pronta solución.
Tenemos que aprender a reconocer que nuestro Dios es el Dios de los desafíos y de las victorias, el Dios de la Esperanza y de los sueños cumplidos, el Dios de la alegría, es el Dios de los Triunfos. Como el salmista, debemos aprender a decir:
«Que se alegren y se regocijen en Ti todos los que te buscan, y digan siempre los que desean tu victoria: «¡Qué grande es el Señor!» (Salmo 40,17)
Por eso y mucho más, jamás debemos sentirnos derrotados bajo ninguna circunstancia. Con Dios de tu lado no hay obstáculo que valga; confiar en su amor, en sus promesas, serle fiel, caminar con RECTITUD y CONFIAR en que Él te acompaña en este maravilloso viaje por la vida, ese el secreto del triunfo y de la felicidad
«Porque el Señor es sol y escudo; el Señor da la gracia y la gloria, y no niega sus bienes a los que proceden con rectitud. ¡Señor del universo, feliz el hombre que confía en Ti!» (Salmo 84,12-13)

Oración

Señor, te pido valor y lucidez para afrontar todas mis dificultades, no dejes que mi ánimo decaiga. Tú eres mi fortaleza y mi roca fuerte, mi escudo protector ante la adversidad. Que nunca quedemos confundidos los que en Ti ponemos nuestra fe y nuestra esperanza.
Mi corazón quiere sentir en todo momento que se llena de tu confianza y con todas sus fuerzas quiere salir dispuesto a servir y a comprometerse con el logro de todos mis sueños.
Ayúdame a dar lo mejor de mí, a entregarme plenamente a la bondad y pureza de tu amor, a centrarme en tu Palabra que abriga, que sostiene, que impulsa y alienta a superar todo obstáculo y dificultad que se presente.
Ayúdame a explorar la profundidad de mi ser, a escudriñarme bien a fondo y encontrar todos esos talentos que has sembrado en mí, para conseguir el éxito y la felicidad en todas y cada una de las tareas que me toca realizar.
En tu Nombre, y con tu ayuda, sé que puedo vencer, porque nadie que ha confiado en Ti, en tu compasión y en tu misericordia, ha salido defraudado.
Amén
Ánimo, ¡ten fe! porque Dios actuará pronto en tu vida.
¡El Señor te bendiga!
Artículo publicado originalmente por Píldoras de fe

DÍA INTERNACIONAL CONTRA EL TRABAJO INFANTIL. Oración del 12 de junio.




DÍA INTERNACIONAL CONTRA EL TRABAJO INFANTIL

Os invitamos a reflexionar sobre este tema, que es una de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 8, en el que se exige el fin del trabajo infantil en todas sus formas para 2025.

Para ello compartimos con vosotros los siguientes vídeos:




Os invitamos a hacer juntos esta oración:

Jesús,
cuando oímos hablar de niños, niñas,
hombres y mujeres engañados y llevados a lugares desconocidos
para propósitos de trabajo forzado y venta de órganos,
nuestros corazones están entristecidos
y nuestros espíritus enojados
porque su dignidad y sus derechos han sido pisoteados
con amenazas, mentiras y violencia.
Jesús,
ayúdanos a contrarrestar con nuestro estilo de vida toda forma de esclavitud.
Danos sabiduría y coraje para hacernos cercanos
a todos los que han sufrido sus heridas en el cuerpo, en el corazón y en el espíritu,
para que juntos podamos hacer realidad tus promesas de llenar a estas niñas y niños con 
un amor tierno y bueno.  
Toca el corazón de los responsables de este grave crimen
y ayúdanos a reclamar la libertad,
que es tu regalo para todos tus hijos e hijas.
Amén

PADRE NUESTRO DE LA TIERRA Y LOS POBRES

  PADRE NUESTRO DE LA TIERRA Y LOS POBRES Padre nuestro, que estás en la tierra , en los valles, los bosques, el desierto y la ciudad… y t...